Además del arbitraje de <strong>Martínez Munuera</strong> y el polémico penalti señalado por mano de <strong>Diego Llorente</strong> que terminó decidiendo el partido, el <strong>Betis</strong> se marchó del derbi muy molesto con varias situaciones que se vivieron en el palco… y en el terreno de juego. La celebración de <strong>Joaquín Caparrós</strong> gritando «otro año igual, otro año igual» no sentó nada bien al presidente bético, <strong>Ángel Haro</strong>, que se lo recriminó. Pero los verdiblancos irán más allá por una bandera mostrada por varios jugadores del <strong>Sevilla</strong> tras el encuentro.

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