<strong>Raphinha</strong> no tuvo un verano fácil en clave azulgrana. <strong><a href=»https://www.marca.com/futbol/barcelona/2024/07/08/668ba3fbe2704ef61b8b45ba.html»>Las insistentes informaciones sobre el fichaje de Nico Williams</a></strong> y las consecuentes filtraciones realizadas desde el club que le determinaban como principal candidato a abandonar la casa culé porque ambos no cabían en la plantilla, a nivel deportivo y de fair play, no fueron fáciles de digerir. Pero el brasileño se mantuvo firme. Defendió su contrato, <strong><a href=»https://www.marca.com/futbol/barcelona/2022/07/13/62cbe5fb46163f95208b45d9.html»>tiene vínculo hasta 2027,</a></strong> y no estaba dispuesto a cambiar de aires. Al menos, no lo iba a poner fácil. Se aferró a su autoconfianza: sabía que podía convencer a <strong>Flick</strong>. Y lo ha hecho. El ex del <strong>Leeds</strong> está protagonizando un histórico inicio de curso, es indiscutible para el alemán, y es uno de los hombres fuertes del <strong>Barça</strong> en el césped y en el vestuario: es uno de sus capitanes.
