“Estoy aprendiendo que la muerte no puede ser solo negativa”. Nikola Karabatic (Nis, Serbia; 40 años), uno de los más grandes de la historia del balonmano, habla así de esa “pequeña muerte” que afronta cada deportista con la retirada. La que le toca a él ahora. Esta es su última temporada, con los Juegos como horizonte final de una carrera feroz y triunfal. “Lo positivo es que voy a renacer con otros objetivos, será otra vida, y eso me hace mucha ilusión”, apostilla el francés del PSG, que este jueves recibe al Barcelona, uno de sus exequipos (2013-15), en la ida de los cuartos de la Champions (20.45, DAZN y Esport 3; la vuelta, el 2 de mayo a la misma hora en el Palau). “Allí hice más amigos que en ningún sitio”, apunta al otro lado del teléfono mientras hace recopilación de una trayectoria única y reflexiona sobre el futuro. Un adiós que se une al del danés Mikkel Hansen (36 años), otro gigante en retirada.