Como si el tiempo no pasara, en su segunda etapa como presidente del Barcelona, Joan Laporta continúa sin encontrar su entrenador para el banquillo azulgrana. Nunca estuvo convencido de Ronald Koeman -—el técnico que heredó de Josep Maria Bartomeu—, como tampoco de Xavi Hernández. Ahora regresa a la casilla de salida. Con menos margen de paciencia, por supuesto. “Esta situación no es agradable para nadie, pero requiere el momento de máxima unión de todos. El club está bajo control en el aspecto institucional, económico y social. En lo deportivo es verdad que esta temporada no están saliendo las cosas como las planificamos. Pero esta situación la tenemos que remontar”, comentó el máximo directivo azulgrana.

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